La quiebra de $150 billones de dólares, sumado a los $95 billones por daños sufridos por huracanes y un presupuesto operacional necesario por $100 billones adicionales para la próxima década, totalizando los $345 billones, sugieren que los Estados Unidos le dará la independencia a Puerto Rico, o, cederá su soberanía a España o República Dominicana.
119 años después del Tratado de París, que viabilizó el traspaso del dominio sobre Puerto Rico de España a Estados Unidos, la nación Americana se encuentra en un laberinto de cómo financiar dichas obligaciones, y otras, mucho más complicadas.
Este pronóstico y panorama es en parte resultado directo de las diligencias de la familia más acaudalada de los Estados Unidos, la Sucesión Basilio López Martin, quien ante el Tesoro Americano (IRS), ha reclamado la titularidad completa de la Isla desde el año 1750, radicando pérdidas financieras astronómicas en exceso de los $600 trillones de dólares contra el gobierno federal y todas las empresas multinacionales con operaciones y/o ventas en la Isla.
Por virtud de dicho título, daños y del derecho de accesión, todo el producto bruto nacional boricua le pertenece a estos cada año. Dicho ente, además, ha ofrecido a la Casa Blanca pagar la deuda de Puerto Rico y de la Nación ($20 trillones) a cambio de resolver este asunto. El gobernador Ricardo Rosselló es descendiente directo de dicha familia por parte de su madre y ex primera dama de PR, Maga Nevárez.
El Grupo Ferré Rangel, que opera el periódico local El Nuevo Día, continúa ocultando dichos hechos, y muchos otros, anunciando proyectos urbanos sin titulación inmobiliaria relacionados con el esquema de fraude hipotecario multi trillonario orquestado por empresas desarrolladoras dedicadas a los negocios constitucionalmente prohibidos de la compra y venta de bienes raíces en conspiración con la banca criminal de cuello blanco. Estados Unidos busca con ansiedad reducir su exposición como coautor criminal y principal de las entidades FHLB, Fannie Mae, Freddie Mac y Ginnie Mae.
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